«Paladar y sabores»: Cuando la cocina le apuesta en contra a la discriminación.
“Paladar y Sabores” es un emprendimiento de Gladys Rojas, que nace en el 2020, como una forma de sostenimiento de la economía de esta mujer, que migró al Ecuador, desde Venezuela, buscando mejores días para ella y sus seres queridos. Aunque su idea original era montar un espacio físico que le permitiera la comercialización de sus productos, las protestas acaecidas en octubre de 2019 y el aislamiento derivado de la pandemia de COVID-19, ocasionaron que su iniciativa se desarrolle a través de canales virtuales, como WhatsApp y redes sociales, o “cocina oculta desde casa”, como prefiere llamarle Gladys.
Gladys, al igual que miles de mujeres venezolanas en Ecuador, optó por la cocina como una forma de actividad económica en medio de un panorama nada alentador, ya que tuvo que salir de su país natal, Venezuela, orillada por la severa crisis económica que aquejó a esta nación latinoamericana. Sin embargo, a lo largo de estos tres años, la cocina se ha convertido para Gladys en un soporte para la preservación de su identidad cultural (sobre todo, estando en una nación extranjera), que al mismo tiempo le ha permitido intercambiar sabores, saberes y recetas provenientes de su natal Venezuela, con otras que ha aprendido en el Ecuador.
Hoy en día, “Paladar y Sabores” se especializa en oferta de catering para todo tipo de eventos sociales, exquisitos pasteles y deliciosos postres, que además de su delicioso sabor, están hechos con ingredientes de calidad y procesos técnicos rigurosos. Gracias a esta conjugación, Gladys ha participado y ganado capital semilla otorgado por USAID – WOCCU, el mismo que le ha permitido potenciar su emprendimiento, alcanzando nuevos mercados para sus productos.
Sin embargo, no todo ha sido fácil. “Al principio, e incluso todavía a veces, me toca aguantar insultos y Xenofobia. Hasta me daba miedo salir de mi casa en algunos momentos”, señala Gladys, ilustrando la realidad que enfrentan miles de personas en situación de movilidad humana, que además de los desafíos propios de levantar cualquier clase de emprendimiento, deben sortear barreras lingüísticas y culturales, falta de recursos, racismo estructural e institucional, violencia de toda clase, etc.
En este contexto, la vinculación de Gladys a los proyectos realizados por el área de Mediación Comunitaria de la Fundación Museos de la Ciudad, contribuyó a mejorar su estado anímico, ya que, en estos espacios, encontró “respeto, integración y valoración como persona”. Con estas palabras, Gladys se refiere de manera específica al “Huerto Medicinal Comunitario” del Museo de la Ciudad, un espacio gestionado por un colectivo de personas en situación de movilidad humana (al que Gladys pertenece), para reflexionar sobre los cuidados en la ciudad, su relación con el campo, las prácticas y saberes de la medicina ancestral y los diálogos interculturales.
Hoy en día, “Paladar y sabores” sigue ofreciendo una deliciosa oferta, que ha traído a territorio ecuatoriano, una parte de la gastronomía tradicional venezolana, sin dejar de lado otras delicias propias de la cocina ecuatoriana e internacional. Si te interesa conocer y adquirir sus productos, y de paso, colaborar con este emprendimiento, puedes contactar a Gladys, a través de Facebook e Instagram. En ambas redes sociales, la encuentras como “Paladar y sabores”.