Niños, niñas, jóvenes y adultos disfrutaron al máximo del arte, la ciencia, el ambiente, la historia y la memoria, durante los días de asueto en el Distrito Metropolitano de Quito. Del 01 al 04 de noviembre, las salas y los pasillos de los espacios que conforman la Fundación Museos de la Ciudad se llenaron de sonrisas pero también de experiencias significativas, encaminadas a promover el habitar y el disfrute del espacio público.
Fueron alrededor de 14 actividades que estuvieron distribuidas en lugares como el Museo de la Ciudad, el Museo del Carmen Alto, Yaku Parque Museo del Agua, el Centro de Arte Contemporáneo y el Museo Interactivo de Ciencia; como parte de la agenda de feriado “Don Huesos y Doña Colada”, que el Municipio de Quito, a través de la FMC, puso a consideración tanto de público local como nacional: una invitación creativa y diferente para redescubrir a los museos.
Recorridos fantasmagóricos, teatralizados, encuentros comunitarios, talleres y exposiciones fueron parte de aquello que se pudo vivir en la ciudad, como muestra de esas otras formas de rencontrarse con el patrimonio y apropiarse de él. Desde San Juan hasta Chimbacalle: las opciones fueron variadas.
Alrededor de 182 personas, por ejemplo, se sumergieron durante la noche, en los mitos y anécdotas del Antiguo Hospital Militar. Transitaron los corredores y salas del Centro de Arte Contemporáneo y fueron recibidos por misteriosos personajes representados por integrantes del Cabildo Juvenil de San Juan, quienes bridaron a los asistentes una interesante noche de terror y misterio.
La diversidad de saberes relacionados con la muerte, su presencia como símbolo de celebración en diferentes culturas, y qué ocurre con nuestros cuerpos al fallecer fueron profundizados de manera diferente en el Museo del Carmen Alto, donde 192 personas acudieron para ser parte de los recorridos teatralizados junto a Fundación Quito Eterno. El ingreso a las criptas y recorrido por espacios no habituales del Museo formaron parte de esta ruta.
Pero la ciencia tuvo también su espacio. En el MIC, 52 personas formaron parte de un taller sensorial que llevó a docentes, cuidadores y homeschoolers e infantes a explorar la conexión entre los ingredientes de la colada morada y la ciencia molecular. Paúl, infante participante comenta que esta experiencia le permitió conocer más sobre las moléculas.
La relación entre la vida y la muerte, en el mundo animal, también fue un aspecto novedoso que pudo ser abordado por la ciudadanía en las instalaciones de Yaku Parque Museo del Agua. Aquí, se dialogó sobre el impacto de las conexiones de los distintos seres dentro del ciclo de la vida y la muerte; finalizando la jornada con una actividad artística creativa de grabado en las que participaron 73 personas.
El Museo de la Ciudad recibió a sus visitantes con un recorrido especial por los ritos funerarios y las criptas del Antiguo Hospital San Juan de Dios. Por medio de diversos relatos y una actividad familiar, abrió espacios para que la ciudadanía dialogue sobre este importante tema.
Exposiciones como Somos Páramo: acciones que tejen vida, Excesivamente, No Soy Santa, Burbujas, Siglo XX, Reverdecer, Afrofuturismos, entre otras; fueron lo escenarios expositivos donde fue posible conocer más sobre temas de interés histórico, social, ambiental, científico,
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