Los espacios culturales de la ciudad se están reinventando, creando nuevas oportunidades para la interacción y el fortalecimiento del tejido comunitario. Una muestra de esta transformación es la Sala del Barrio, que se inaugurará este sábado 22 de marzo, a las 16h00, en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito. Este nuevo espacio busca ser un punto de encuentro, memoria y participación, donde se fomente el vínculo entre los habitantes de San Juan y su identidad a través del arte, el patrimonio y la cultura.
La readecuación y reapertura de la Sala del Barrio en el CAC es el resultado de un proceso continuo de trabajo comunitario con jóvenes y adolescentes del barrio. Esta iniciativa responde a la necesidad de consolidar un lugar que albergue las visiones de los más jóvenes y funcione como un punto de encuentro vivo entre el arte, la memoria y las experiencias colectivas de los habitantes del territorio.
Activar este tipo de sala responde a las transformaciones del barrio y a la urgencia de los jóvenes de narrarse y representarse en el presente. Siendo así, la readecuación de este espacio, que estuvo activo en el CAC durante algunos años, surge como respuesta a una demanda específica de la comunidad juvenil local, que busca lugares donde su voz sea escuchada, su historia reconocida y donde puedan influir activamente en los procesos culturales.
Esta reapertura es, además, un acto simbólico y una reafirmación del compromiso a largo plazo con la comunidad. Se espera que esta Sala se convierta en un eje para que los jóvenes puedan experimentar con diferentes lenguajes artísticos, organizar actividades propias y fortalecer su relación con el Centro de Arte Contemporáneo.
Para lograrlo, el proceso de readecuación siguió una metodología de co-diseño, en la que los jóvenes del barrio participaron activamente en la creación del nuevo concepto del espacio, junto al equipo de Mediación Comunitaria de la Fundación Museos de la Ciudad e integrantes del CAC. Desde la elección de los elementos visuales hasta la disposición de los contenidos, cada decisión fue tomada de manera conjunta, garantizando que la Sala sea un reflejo fiel de sus intereses y perspectivas.
El impacto de este proceso va más allá de la reapertura. Se proyecta como un modelo de trabajo que puede replicarse y evolucionar con el tiempo. La Sala del Barrio se consolida como un eje de articulación entre el arte y la comunidad, un espacio que, lejos de ser un proyecto cerrado, se define por su capacidad de transformación y adaptación a las dinámicas del barrio. Así, la reapertura de este lugar no es un punto final, sino el comienzo de una nueva etapa en la relación entre el Centro de Arte Contemporáneo y la juventud de San Juan.