Caminatas por las Zonas Prohibidas: Límites del Patrimonio.
¿Qué es en realidad una «zona prohibida?
Memoria No. 02.

Fecha: 15 de octubre del 2022.

Lugar: Centro Histórico de Quito.

Con Según la Ordenanza Metropolitana 280, no se permite la presencia de comerciantes ambulantes en lo que se ha determinado como “casco colonial” o Centro Histórico de Quito. Esta es un área que fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Estos límites invisibles tienen como fin la salvaguarda del patrimonio material. Lamentablemente, no toman en cuenta el tejido social que lo habita.

Mariuxi Giraldo y Fernando Moreta, mediadores educativos del Museo de la Ciudad, propusieron un recorrido por los límites que marca la ordenanza, para reconocer lo que ocurre del lado no patrimonial y reflexionar sobre las prácticas cotidianas que se desarrollan en estos lugares.

También, desde un compromiso educativo, buscamos reflexionar con el público asistente sobre lo que es el patrimonio: ¿Qué se considera patrimonial?, ¿qué otros patrimonios quedan por fuera de esta salvaguarda?, ¿qué ocurre con las personas que desarrollan su día a día en estos espacios?

El primer recorrido se realizó el sábado 15 de octubre de 2022. Fue el primero, de una serie de cinco, que busca completar el perímetro del área declarada patrimonio. La actividad permitió que un grupo de 21 personas de diversos lugares, reconozcan la diversidad cultural y natural del Centro Histórico, y, a su vez, observen de manera crítica todo lo que ocurre en el territorio. Para muchos de los participantes fue una sorpresa encontrar, en pleno Centro Histórico, un territorio diverso y lleno de vida.

El recorrido partió del Museo de la Ciudad. Tras visitar la exposición temporal “Territorios que Sanan”, en donde se halla un recurso educativo que analiza la Ordenanza Metropolitana 280. En este recorrido se puso en discusión el rol del comercio popular en la ciudad, la presencia de mujeres hierbateras de los mercados capitalinos.

Al salir del museo, realizamos una parada en las calles Rafael Barahona y Bahía de Caráquez, en donde observamos el espacio, la arquitectura y dialogamos sobre el tejido social del sector. Se puso en relación la declaratoria del Centro Histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad, con los elementos que se observaban. Una de nuestras participantes reflexionó sobre el mestizaje y la necesidad de reconocernos también como indígenas y no solamente desde la herencia española, a propósito de las prácticas de segregación que existe en el centro. Su reflexión también giró en cuanto a la necesidad de promover y fortalecer las redes de intercambio entre las personas y retomar el territorio para generar comunidad.

Continuamos el recorrido por el Cementerio de San Diego, en donde conversamos sobre la infraestructura y las relaciones de desigualdad que se hacen visibles incluso en los ritos funerarios. El público reflexionó sobre lo que implica la construcción de un cementerio y cuáles son las relaciones contemporáneas con los ritos funerarios de otros grupos sociales. Se mencionó, por ejemplo, las prácticas funerarias de la Parroquia de Calderón.

El camino nos condujo a las lavanderías de San Roque. Allí hablamos sobre el oficio de lavanderas y sobre como las mujeres dinamizan las economías familiares. Además se reflexionó sobre la forma en que se habita y vive el espacio en la actualidad.

La siguiente parada fue la calle Cumandá, a las afueras del Mercado San Roque. Este tramo del recorrido permitió visibilizar la relación campo – ciudad, los hábitos de consumo, la presencia de comerciantes y el tejido social que se construye alrededor del mercado, desde la existencia de escuelas interculturales en el sector, hasta los conocimientos que se reproducen en torno a la alimentación.

Al ser un día de feria, a varios participantes del recorrido les llamó la atención la diversidad de productos, su calidad y los bajos precios que tenían. Muy pocos de los participantes habían visitado este espacio con antelación. En este lugar precisamos sobre la importancia de la diversidad alimentaria y el trabajo que la hace posible.

El siguiente punto del recorrido fue un tramo que, para muchos, ya no parecía Quito, ya que, súbitamente, la vegetación y el aire puro se apoderaron del escenario: la Cantera, un tramo que une San Roque con los barrios de La Colmena y La Libertad. En este lugar se observó una quebrada desatendida y un espacio vacío en relación al sinnúmero de personas que se había encontrado apenas unos metros atrás.

En los participantes del recorrido pulularon muchas preguntas: ¿Por qué no se pone igual interés y cuidado sobre estos otros barrios habitados?, ¿qué pasaría si más personas conocen estos espacios vivos y se tejen a su alrededor redes de cuidado?, ¿para qué sirven los límites en realidad?, ¿qué se excluye? Así, llegaron a la conclusión de que varias de las zonas que marcan el límite entre lo que es patrimonial y lo que no, ocultan en realidad a una ciudad desatendida, pero viva a través de sus acciones cotidianas.

De regreso al museo el recorrido continuó por la calle Rocafuerte. Una calle que, como las anteriores, encierra un sinnúmero de contradicciones y preguntas. En esta calle se dialogó sobre los oficios, los saberes intergeneracionales y la diversidad de productos que en ella se pueden encontrar.

Conclusiones del Recorrido:

El rol social del museo es dinamizar acciones y reflexiones sobre el territorio que lo acoge, para reconocer su propio contexto y comprender las dinámicas que ocurren en él. Entre ellas, tomar postura frente a la desigualdad y la exclusión que se reproducen en el territorio.

Los participantes del recorrido consideran necesario el reconocimiento del Centro Histórico más allá de lo patrimonial, precisamente para hacer visible lo que se oculta, lo que no está en las guías para turistas.

Durante el recorrido los participantes hicieron énfasis en estas preguntas: ¿Qué podemos hacer como ciudadanía para promover la apropiación del territorio?, ¿qué puede hacer la institucionalidad para lograr el mismo cuidado que se dedica a los monumentos e iglesias, para con las personas que habitan estos límites?