La cultura científica sí es cultura. Porque la ciencia abarca el conocimiento, las prácticas y las creencias de nuestro entorno. Es identidad, inclusión y equidad.

La ciencia es para todxs. Hacemos un llamado a la acción para vincular la ciencia a las personas y las personas a la ciencia. Creemos necesario generar un diálogo que ayude a cerrar las brechas entre ciencia y sociedad, volviendo al conocimiento científico en cotidiano.

La ciencia está presente en todo. Se conecta con los fenómenos y los objetos habituales y enriquece nuestra mirada sobre el mundo.

La ciencia promueve el pensamiento crítico. Permite ver nuevos enfoques de la realidad para crear un mundo con una visión actual, con personas conscientes de sus acciones. Nos permite tomar decisiones informadas.

La ciencia no es neutra. Su aporte a las dinámicas sociales puede influir de forma positiva en los territorios y comunidades. Debe tener una posición ética y moral sobre los contextos sociales y ambientales.

Es necesario romper estereotipos y estigmas que acarrea la ciencia. Apoyamos los aportes científicos que den respuesta a la urgencia de las necesidades sociales, ambientales, económicas, políticas y de salud pública del mundo. Trabajamos por la eliminación de las brechas de acceso, tales como clase, género o etnia.

Ciencia para el desarrollo. Al considerar la ciencia como cultura, podemos involucrarnos en su desarrollo y aplicación, y convertirnos en protagonistas de los cambios necesarios para un futuro sostenible, ecológico e inclusivo.

La educación y la comunicación son claves para una cultura científica. Cuestionamos y desafiamos la forma en que se produce y difunde el conocimiento científico, apoyando procesos de popularización, democratización, opinión abierta y crítica.

Por ello, siempre debemos preguntarnos: ¿para qué hacemos ciencia?, ¿para quién hacemos ciencia? De la alfabetización a la apropiación, hacia una cultura científica para empoderar a cada persona, mediante la participación y el conocimiento.

Los museos de ciencia con sus exhibiciones interactivas, demostraciones y actividades educativas y comunitarias permiten a las personas explorar y comprender conceptos científicos de manera práctica, lo que contribuye a una comprensión más profunda del mundo.

La autoría de este manifiesto corresponde al Museo Interactivo de Ciencia de Quito, y a las personas que lo integramos. Su contenido responde a nuestras inquietudes sobre el rol de la ciencia en el actual contexto de crisis socioambiental y los necesarios aportes de un país biodiverso en un futuro sustentable para todos los seres.